Papá y La Piompa.
Papá tenía dieciséis años, en 1936, después de una guerra fratricida, cuando le avisaron de que tenía que ir a un burdel del pueblo, conocido como La Piompa, a arreglar una avería de luz, ya que era hijo del electricista más conocido del pueblo, mi abuelo Bautista.
Cuando terminó, la Madame del sitio le preguntó que qué se debía, y cuando mi padre le dijo "Dos pesetas!", ella, sin inmutarse, llamó a una de las chicas que había allí y le espetó sin miramientos: "Niña! Acuéstate con éste!"...
Cuando le pregunté a papá que qué hizo, él, con toda la dicha del mundo, me dijo "Yo?.....Aprovecharme!".
Jajajajajajaja!......Te quiero, papá!...
Comentarios
Me ha dicho Celia que en la película, el plano final va ser justamente la cara de ella, que termina el último baile de la peli encaramada a los hombros del protagonista éste que te digo.
Un abrazo para tu padre y para tí :)
-Gloria-
(pd.- he vuelto a la blogosfera)